- Fallo global en AWS con origen en la región US-EAST-1 de Virginia del Norte
- Impacto en decenas de servicios: apps, pagos, videojuegos y webs
- Causa asociada a DynamoDB y un problema subyacente de DNS; recuperación gradual
- Recomendaciones: reintentar, limpiar caché DNS y seguir el panel de estado
Una incidencia a gran escala en la infraestructura de Amazon Web Services (AWS) ha provocado interrupciones en servicios digitales de todo el mundo durante la mañana, con especial impacto en Estados Unidos y también con efectos notables en Europa.
Los primeros avisos se multiplicaron en DownDetector desde alrededor de las 08:40 (hora peninsular), y AWS reconoció a primera hora un incremento de errores y latencias en su región US-EAST-1 (Virginia del Norte), lo que desencadenó problemas en plataformas que dependen de su nube.
Cronología del apagón
Sobre las 9:00 se reportaron tasas de error elevadas en varios servicios internos y se advirtió que la creación o actualización de casos en el Centro de Soporte podía verse afectada, mientras el equipo técnico activaba las medidas de mitigación.
Alrededor de las 11:00, la compañía indicó que había identificado una posible causa y, poco después, comenzó a observarse una recuperación significativa en distintos frentes, aunque aún persistían cortes puntuales en algunas operaciones.
Entre las 12:30 y las 13:10, AWS comunicó que el problema subyacente de DNS había sido mitigado y que la mayoría de operaciones funcionaban con normalidad, si bien la recuperación sería paulatina y podrían aparecer limitaciones temporales en ciertas solicitudes.
Qué ha provocado el fallo
El origen se situó en la región US-EAST-1, con impacto en el acceso a puntos de conexión relacionados con Amazon DynamoDB y en la resolución de nombres, lo que generó errores en cascada al intentar localizar servicios y recursos dentro de la nube.
La compañía recomendó a los clientes que, si persistían problemas con la resolución de los endpoints, vaciaran sus cachés de DNS y reintentaran las operaciones, mientras se trabajaba en varias vías en paralelo para acelerar la recuperación.
Servicios y sectores afectados
Se registraron problemas en productos de la propia Amazon como su tienda online, el asistente Alexa y Prime Video, además de herramientas de terceros como Canva, plataformas educativas como Duolingo, y servicios de entretenimiento y comunidades como Crunchyroll o Snapchat.
Los videojuegos online también sufrieron incidencias, con títulos populares como Fortnite, Roblox o Clash Royale reportando errores de conexión y funcionamiento intermitente durante el pico de la caída.
En el ámbito financiero se detectaron dificultades en bancos como BBVA, CaixaBank, Santander o ING, así como en soluciones de pago como Bizum y en la red de Redsys, afectando a datáfonos y algunas operaciones con tarjeta y cajeros.
El sector del ticketing también acusó el golpe: Ticketmaster y organizadores comunicaron retrasos y ajustes en ventas de entradas (por ejemplo, para conciertos muy demandados), mientras que ciertas aerolíneas y operadores informaron de incidencia en procesos de cobro, incluido el aviso de Aena sobre pagos con tarjeta en aparcamientos.
La mayor concentración de avisos se produjo en Estados Unidos, aunque en Europa hubo un escenario mixto: algunas plataformas continuaron operativas mientras otras exhibían fallos de acceso; incluso se notaron efectos colaterales en redes como Movistar u Orange.
¿Cómo afecta una caída de AWS?
AWS permite a empresas y desarrolladores alquilar capacidad de cómputo, almacenamiento y bases de datos bajo demanda, sin mantener servidores propios, un modelo adoptado por compañías de referencia del entorno digital.
Cuando un nodo crítico sufre problemas, se pueden producir interrupciones en webs, apps, pagos y servicios que dependen de esa infraestructura, lo que explica el efecto dominó observado durante la incidencia.
Estado actual y recomendaciones
Con el problema de DNS mitigado y una recuperación mayoritariamente completada, aún pueden aparecer residuos de latencia o errores intermitentes mientras se vacían cachés y se estabilizan los servicios.
Si todavía hay fallos, conviene reintentar las solicitudes, vaciar la caché de DNS, verificar el estado en la página oficial de AWS y, en entornos críticos, activar planes de continuidad y escalado alternativo temporal.
Dependencia del cloud y lecciones
El episodio reabre el debate sobre la concentración del mercado de la nube: AWS lidera con una gran cuota global, seguida por Microsoft Azure y Google Cloud, lo que acentúa el riesgo sistémico cuando se producen fallos en un proveedor clave.
Para administraciones y grandes empresas, los expertos insisten en la resiliencia (diseños multi-región, planes de contingencia y, cuando sea viable, estrategias multicloud) con el fin de reducir el impacto de incidentes similares.
Lo sucedido pone de relieve hasta qué punto la economía digital depende de la infraestructura en la nube: un fallo localizado en US-EAST-1 bastó para dejar fuera de juego a decenas de servicios; identificada la causa y mitigado el problema de DNS, la red se ha ido normalizando con recuperación escalonada.
