- Adam Mosseri rechaza que Instagram active el micrófono sin permiso o para segmentar anuncios.
- Ver anuncios "sospechosamente" relacionados suele deberse a búsquedas previas, interacción web y afinidades sociales.
- Estudios académicos y las propias restricciones de iOS/Android no avalan escuchas encubiertas.
- Meta usará conversaciones con su IA para personalizar anuncios, medida que no llegará por ahora a la UE.
La vieja sospecha vuelve cada poco tiempo: hablas de algo con amigos y, al rato, Instagram te muestra un anuncio clavadito al tema de la charla. Esa intuición de que el teléfono está atento a todo lo que decimos choca con el mensaje que la propia plataforma insiste en repetir: Instagram no activa el micrófono para escuchar conversaciones a escondidas. La misma inquietud existe en plataformas como TikTok, aunque los mecanismos y las evidencias son distintos.
El último en reiterarlo ha sido Adam Mosseri, responsable de Instagram, en un vídeo donde descarta ese uso del micrófono y detalla por qué la publicidad puede resultar tan atinada sin necesidad de escuchas. Su mensaje llega justo cuando Meta comunica que las conversaciones con su asistente, Meta AI, podrán emplearse para personalizar recomendaciones y anuncios en algunos países, una decisión que ha reavivado el debate.
Lo que dice Mosseri: sin micrófono, ni espía ni a escondidas
Mosseri sostiene que la plataforma no recurre al micrófono del teléfono para perfilar publicidad. Además de ser una vulneración seria de la privacidad, explica que resultaría poco práctico: una escucha constante drenó la batería, generaría consumo extra de datos y se haría visible mediante los indicadores del sistema que avisan cuando el micrófono está en uso.
El directivo apunta que la teoría se mantiene viva por lo llamativo de las coincidencias, pero insiste en que una vigilancia así se notaría. Hasta en su entorno, confiesa, le han planteado esa duda, y añade que una escucha permanente sería fácil de detectar por el propio usuario y por las señales del móvil.

Entonces, ¿por qué te salen anuncios de lo que acabas de comentar?
La explicación está en el rastro digital y en cómo funcionan los sistemas publicitarios. Muchas veces hay búsquedas previas, clics o visitas a webs que olvidamos, pero que alimentan la segmentación. A ello se suman señales dentro de la app y afinidades con personas de tu entorno.
- Pudiste haber buscado o visto el producto antes y no lo recuerdas.
- Alguien cercano interactuó con ese tema y el algoritmo lo interpreta como relevante.
- Ese anuncio ya te apareció y solo ahora te fijaste en él.
- Hay coincidencias estadísticas: la precisión no implica escucha.
Meta también trabaja con anunciantes que comparten información sobre sitios visitados y compras potenciales para mejorar el impacto de la publicidad. Las herramientas de medición integradas en apps y páginas de terceros permiten relacionar tu actividad fuera de la red social con lo que ves dentro, y esa combinación con los intereses de tus contactos aumenta la sensación de que la plataforma “se lo sabe todo”.
Pruebas, límites técnicos y lo que se ha dicho en público
Meta lleva años desmintiéndolo y hay precedentes conocidos: Mark Zuckerberg negó ante el Senado de EE. UU. que usaran el micrófono para orientar anuncios, y distintos portavoces han repetido ese mensaje en varias ocasiones.
Además, investigaciones académicas han sometido a prueba esta sospecha. Un trabajo de la Northeastern University que analizó miles de apps de Android no halló evidencias de escuchas encubiertas para publicidad, aunque sí identificó otras prácticas agresivas de recopilación de datos.
En lo técnico, iOS y Android exigen permiso explícito para acceder al micrófono y muestran indicadores visibles cuando se usa. Mantener una escucha continua sin dejar rastro chocaría con esas salvaguardas y con el coste en batería y datos, algo que un usuario notaría rápido en su día a día.
Hay, además, un freno evidente: el riesgo legal y reputacional. Montar un sistema de grabación encubierta a escala global sería una violación de la privacidad con consecuencias graves en sanciones y confianza.
IA de Meta, personalización y un recelo que no se apaga
Mientras tanto, Meta ha confirmado que las conversaciones con Meta AI podrán influir en las recomendaciones y en algunos anuncios. La propia compañía matiza que esta novedad no se aplicará por ahora en la Unión Europea, algo que no impide que muchos usuarios vean aquí un motivo más para desconfiar.
No es lo mismo que “escuchar” a través del micro: hablamos de interacciones voluntarias con un asistente dentro de las apps de la casa. Aún así, la frontera resulta difusa para el usuario medio y la publicidad extremadamente precisa refuerza la sensación de vigilancia.
En esa percepción influyen también factores psicológicos: el sesgo de confirmación hace que recordemos solo los aciertos y pasemos por alto los miles de anuncios irrelevantes del día. Cuando aparece uno que encaja con una charla reciente, la mente ata cabos de inmediato.
La propia compañía reconoce que queda trabajo por hacer en materia de transparencia y controles: explicaciones claras y opciones visibles ayudan a rebajar la sospecha, pero mientras la experiencia publicitaria siga siendo tan precisa, el runrún del micrófono seguirá apareciendo de vez en cuando.
El mensaje oficial es nítido: Instagram no usa el micrófono del móvil para espiar, y las razones de esos anuncios “mágicos” están en el rastro digital, en la colaboración con anunciantes y en el comportamiento de gente con intereses parecidos, sin pruebas sólidas que avalen escuchas encubiertas.

