OpenAI sella un acuerdo de 38.000 millones con AWS para impulsar su IA

Última actualización: noviembre 4, 2025
  • Contrato de 38.000 millones con AWS por siete años, con despliegue completo antes de 2026.
  • Acceso a cientos de miles de GPU Nvidia (incluidas GB200/GB300) y capacidad dedicada.
  • Estrategia multicloud tras el fin de la exclusividad con Microsoft; compromisos que suman 1,4 billones.
  • Reacción del mercado: Amazon sube alrededor del 5% y se refuerza la competencia cloud en Europa.

Acuerdo de computación en la nube entre OpenAI y AWS

OpenAI ha pactado con Amazon Web Services un contrato valorado en 38.000 millones de dólares para garantizar potencia de computación en la nube durante siete años. El acuerdo arranca con disponibilidad inmediata y contempla un despliegue completo de la capacidad comprometida antes de finales de 2026.

La alianza se enmarca en la estrategia de OpenAI para asegurar recursos críticos y diversificar proveedores, un giro que se consolida tras su reciente reestructuración corporativa. Con esta movida, la compañía busca reforzar el acceso a GPU de última generación para entrenar y operar sus modelos, incluido ChatGPT.

Los términos clave del acuerdo

Según las partes, OpenAI comenzará a ejecutar cargas de trabajo en AWS de forma inmediata, con capacidad dedicada y aislada para sus necesidades más exigentes. Desde Amazon se habla de una capacidad separada que combina disponibilidad rápida hoy y margen para ampliar los recursos a lo largo del contrato.

La infraestructura que respaldará estas cargas se basa principalmente en GPUs de Nvidia, incluyendo aceleradores de nueva generación como las series GB200 y GB300 en clústeres de alto rendimiento. El objetivo es dar servicio tanto al entrenamiento de modelos como a la operación de ChatGPT y otras aplicaciones.

Amazon prevé complementar sus centros de datos existentes con instalaciones adicionales a medida que crezca la demanda, lo que consolidará el papel de AWS como proveedor líder de infraestructura para cargas de IA de frontera. Portavoces de la compañía subrayan la combinación de rendimiento, escalabilidad y seguridad como palancas del acuerdo.

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Por parte de OpenAI, Sam Altman recalca que escalar la IA más avanzada exige una computación masiva y fiable, y que la cooperación con AWS amplía el ecosistema técnico necesario para llevar la IA avanzada a más usuarios y casos de uso.

Reacción del mercado y lectura sectorial

Tras conocerse la noticia, las acciones de Amazon registraron avances de alrededor del 5%–6%, mientras Nvidia también se movió al alza. La lectura de los inversores es que AWS refuerza su posición en la carrera por la infraestructura de IA, un segmento que está concentrando los mayores compromisos de gasto del sector.

A nivel competitivo, el movimiento confirma la estrategia multicloud de OpenAI tras el fin de la exclusividad con Microsoft Azure. La propia Microsoft había reconocido que OpenAI ampliaría el abanico de proveedores, una tendencia que reduce el riesgo de dependencia y favorece la distribución de cargas entre varias nubes.

Analistas del sector apuntan a que el acuerdo de OpenAI con AWS suma confianza al negocio cloud de Amazon, al tiempo que intensifica la competencia con Azure y Google Cloud por grandes contratos de IA. El interés del mercado por estas alianzas sugiere un ciclo de inversión prolongado en centros de datos y energía.

El tono de las compañías ha sido pragmático: ingresos repartidos a lo largo de los años de contrato y capex significativo para expandir capacidad y asegurar chips y suministro eléctrico, con impacto potencial en los márgenes a corto plazo.

Tecnología, escala y energía

El acuerdo implica acceso a cientos de miles de GPU de Nvidia en centros de datos de AWS, agrupadas en clústeres diseñados para cargas de entrenamiento y despliegue a gran escala. Esta configuración busca reducir cuellos de botella y acelerar el desarrollo de modelos de frontera.

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OpenAI ha puesto cifras al reto físico del cómputo: compromisos de inversión que exigen del orden de 30 gigavatios de potencia eléctrica para los próximos años, una magnitud que obliga a coordinar con proveedores de energía y planificación de red a gran escala.

Para las cargas de producción, la preferencia pasa por las GPU de Nvidia, mientras los chips alternativos de fabricantes de nube avanzan en prestaciones. En cualquier caso, la disponibilidad de silicio y la interconexión entre nodos seguirán marcando el ritmo de crecimiento.

El calendario combinado de disponibilidad inmediata y despliegue completo antes de 2026 permitiría a OpenAI sostener el entrenamiento continuo de sus modelos y ampliar la capacidad de inferencia para la creciente base de usuarios.

Otros acuerdos y el nuevo mapa de proveedores

El pacto con AWS encaja en una red de compromisos de OpenAI con varios actores de infraestructura. Entre los más destacados figuran un gasto pactado de 250.000 millones de dólares en Azure, un contrato por 300.000 millones con Oracle y acuerdos con CoreWeave por 22.400 millones.

A este bloque se añaden proyectos de escala extraordinaria como Stargate, cifrado en unos 500.000 millones junto a socios industriales, con el objetivo de habilitar próximas generaciones de infraestructura para IA.

En conjunto, OpenAI ha verbalizado compromisos por 1,4 billones de dólares en infraestructura y chips, una cifra sin precedentes que ha despertado debate sobre los ritmos de financiación, el retorno y el riesgo de sobrecalentamiento del mercado de IA.

El cambio de estructura de OpenAI, con mayor libertad operativa respecto a sus orígenes sin ánimo de lucro, y la posibilidad de una salida a Bolsa futura, forman parte del contexto que habilita esta batería de contratos a varios años vista.

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Implicaciones para España y Europa

En Europa, este tipo de compromisos acelera la conversación sobre capacidad de centros de datos, suministro energético y soberanía del dato. La demanda de cómputo para IA podría impulsar ampliaciones en regiones cloud europeas y españolas, con exigencias de cumplimiento RGPD y residencia de datos.

Para el tejido empresarial europeo, el refuerzo de AWS como proveedor de cargas de IA de frontera podría traducirse en mejor disponibilidad de recursos de alto rendimiento para startups y grandes compañías, al tiempo que los reguladores vigilan la concentración y la competencia en el mercado de la nube.

La llegada de nueva infraestructura suele ir acompañada de inversiones en conectividad y energía renovable, lo que abre oportunidades para proveedores locales y ecosistemas regionales si se materializan despliegues adicionales en el continente.

El acuerdo OpenAI–AWS refuerza el papel de la nube en la carrera de la IA avanzada: asegura cómputo masivo a corto plazo, consolida la estrategia multicloud de OpenAI y presiona al sector para acelerar inversiones en centros de datos, chips y energía, con efectos colaterales en Europa en materia de capacidad, cumplimiento y competencia.

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