- 10 GW de aceleradores de IA: inicio en 2026 y cierre hacia 2029.
- OpenAI diseña chips y sistemas; Broadcom desarrolla y despliega con Ethernet.
- Racks en centros de OpenAI y socios, sin componente accionario en el pacto.
- Dimensión energética y financiera inédita, con debate sobre sostenibilidad.
OpenAI y Broadcom han sellado una alianza de largo recorrido para crear y poner en marcha aceleradores de inteligencia artificial a medida con una capacidad agregada de 10 gigavatios. El plan, concebido para asegurar más músculo de cómputo y contener la dependencia de suministros externos, prevé el arranque de los despliegues en la segunda mitad de 2026 y su culminación hacia finales de 2029, con foco en rendimiento y eficiencia.
La colaboración se estructura así: OpenAI se ocupa del diseño de los aceleradores y de los sistemas, mientras Broadcom asume su desarrollo y despliegue, con racks basados íntegramente en Ethernet y óptica propia. Las instalaciones se ubicarán en centros de datos de OpenAI y de socios; la escala energética es mayúscula, comparable al consumo de más de ocho millones de hogares en Estados Unidos, y ha reavivado el debate sobre costes, financiación y posibles excesos en el sector, al tiempo que impulsa las acciones de Broadcom.
Magnitud y objetivos del acuerdo

Según las compañías, al personalizar el silicio OpenAI podrá incorporar lo aprendido en sus modelos directamente al hardware, con la idea de desbloquear nuevos niveles de capacidad e inteligencia y recortar latencias y consumo. La apuesta se alinea con la estrategia de grandes tecnológicas que exploran vías alternativas a procesadores de propósito general, con el objetivo de ganar control y resiliencia en su infraestructura.
En términos cuantitativos, los 10 GW están pensados para centros de datos de IA de nueva generación, capaces de orquestar miles de aceleradores por rack y redes de muy alta densidad. La elección de Ethernet por parte de Broadcom busca ofrecer una alternativa abierta y escalable frente a tecnologías propietarias, con interconexión optimizada para cargas de entrenamiento e inferencia.
Reparto de roles y tecnología
OpenAI liderará el diseño de los aceleradores y de la arquitectura de los sistemas, incluidas las pilas de software y la integración con sus servicios. Broadcom, por su parte, se encargará del desarrollo, fabricación e integración del hardware, así como del despliegue en centros propios y de terceros, apoyándose en sus soluciones de conectividad y óptica.
El acuerdo contempla racks completos escalados con Ethernet y componentes de red de Broadcom, lo que refuerza su perfil como proveedor clave de infraestructura de IA. No incluye participaciones de capital ni inversiones cruzadas, según lo comunicado, algo que lo diferencia de otras alianzas del ecosistema y subraya un enfoque estrictamente industrial y de suministro.
Calendario, despliegue y consumo
Las primeras instalaciones llegarán en la segunda mitad de 2026, con una rampa progresiva hasta completar el despliegue a finales de 2029. El plan abarca múltiples ubicaciones y combina racks en instalaciones operadas por OpenAI con otras explotadas por socios de computación en la nube, en línea con acuerdos entre grandes proveedores como plataformas en la nube.
Para dimensionar el proyecto, un gigavatio es del orden de la capacidad de una gran central eléctrica. Aun así, directivos de OpenAI y Broadcom admiten que 10 GW no bastarán por sí solos para alcanzar metas más ambiciosas de la industria, por lo que se espera que esta capacidad conviva con otros acuerdos de cómputo.
Impacto en mercado y valoraciones
El anuncio fue recibido con subidas notables en bolsa para Broadcom, en línea con el renovado apetito inversor en proveedores de infraestructura de IA. La compañía, tradicionalmente asociada al hardware de redes y soluciones ópticas, consolida con este contrato un papel central en la nueva ola de centros de datos orientados a inteligencia artificial, junto a avances en hardware de alto rendimiento.
Desde OpenAI se insiste en que el hardware propio ayudará a mejorar costes y acelerar productos. Directivos como Sam Altman y Greg Brockman han defendido que controlar el diseño del chip permite marcar el rumbo tecnológico y exprimir eficiencias de extremo a extremo, desde el transistor hasta la experiencia del usuario.
Financiación y señales del sector
Varios análisis apuntan a que el volumen de pedidos asociado a este movimiento podría suponer entre 350.000 y 500.000 millones de dólares adicionales a los compromisos ya anunciados en centros de datos y chips, cifras que alimentan un debate sobre sostenibilidad financiera y riesgos de posible burbuja.
Las compañías no han hecho públicos los términos económicos del acuerdo. En cualquier caso, la expectativa es que ampliar la capacidad de cómputo permita ofrecer más servicios y, con ello, generar los ingresos necesarios para dar soporte a una inversión de escala tan extraordinaria.
Relación con otros movimientos de OpenAI
La alianza con Broadcom convive con acuerdos de suministro de cómputo anunciados con Nvidia y AMD, que contemplan capacidades de 10 GW y 6 GW, respectivamente, además de pactos de infraestructura con socios como Oracle. Este mosaico persigue diversificar proveedores y evitar cuellos de botella en disponibilidad y precio.
En paralelo, OpenAI avanza en diseños propios que priorizan la etapa de inferencia de sus modelos, buscando reducir costes operativos y tiempos de respuesta. La combinación de aceleradores personalizados y redes Ethernet de Broadcom representa una vía para escalar de forma abierta y eficiente, sin depender de tecnologías cerradas.
El acuerdo OpenAI–Broadcom fija un calendario concreto, un reparto de responsabilidades claro y una ambición de 10 GW que sitúa a ambas empresas en el centro del despliegue de infraestructuras de IA de próxima generación, con la promesa de mayor rendimiento y eficiencia y el reto de movilizar financiación, energía y talento a una escala sin precedentes.