- Qualcomm adquiere Arduino y la marca seguirá operando de forma independiente
- Se mantiene el enfoque abierto y el soporte multivendedor para hardware y software
- Debuta Arduino UNO Q con arquitectura de doble cerebro y Linux Debian
- App Lab une flujos de Linux, tiempo real, Python e IA para acelerar proyectos

En un movimiento que marca un punto de inflexión en el ecosistema maker, Qualcomm confirmó la compra de Arduino, una operación cuyos detalles financieros no se han hecho públicos. Ambas compañías recalcan que Arduino mantendrá su independencia operativa, preservando su marca y su rumbo tecnológico.
La estrategia encaja con la apuesta de la firma de San Diego por el hardware abierto y la computación en el borde, en sintonía con integraciones recientes como Edge Impulse o Foundries.io. Desde Arduino subrayan que la filosofía Open Source y el soporte a múltiples proveedores de chips siguen siendo pilares inamovibles.
Qué cambia con la compra

Para Qualcomm, el acuerdo abre una vía directa a una comunidad de más de 33 millones de usuarios, que abarca desde estudiantes hasta profesionales. Para Arduino, supone un respaldo firme a su proyecto y una oportunidad para acelerar desarrollos sin renunciar a su identidad.
Ambas partes lo plantean como una colaboración de beneficio mutuo: Qualcomm acerca su catálogo de cómputo e IA a desarrolladores de todo el mundo, y Arduino gana músculo industrial y acceso a tecnologías clave para IoT, robótica y automatización.
Junto a la operación se presenta Arduino App Lab, un entorno de desarrollo abierto que unifica flujos en Linux, Python, tiempo real e IA. La integración con herramientas como Edge Impulse busca simplificar el salto de la idea al prototipo y del prototipo al producto.
Los responsables de Arduino insisten en que la plataforma seguirá siendo agnóstica respecto al proveedor de silicio: continuará el soporte para chips de distintos fabricantes, preservando además las licencias de código abierto en hardware y software.
Como ocurre en operaciones de este tipo, el cierre definitivo queda sujeto a aprobaciones regulatorias en los mercados pertinentes, un trámite que no debería afectar al soporte actual ni a las herramientas existentes.
Una Arduino más ‘pro’ y abierta

Nacida en Ivrea en 2005, Arduino se hizo mundialmente conocida por democratizar la electrónica con placas asequibles y fáciles de programar. La comunidad impulsó el movimiento maker con proyectos que iban desde prototipos sencillos hasta robots, automatización y sensores inteligentes.
Con los años, la plataforma escaló a usos más exigentes: de los 8 bits se pasó a arquitecturas de 32 bits, conectividad IoT y familias orientadas a empresa como Arduino Pro y Portenta, pensadas para automatización, mantenimiento predictivo y despliegues industriales.
Ese salto no implica dejar atrás a los aficionados: las gamas para educación y hobby siguen evolucionando, y se mantiene la compatibilidad con shields y bibliotecas para proteger inversiones en proyectos existentes.
La alianza con Qualcomm llega para reducir la distancia entre prototipado rápido y producto comercial, manteniendo la apertura que ha definido a Arduino desde sus orígenes y añadiendo capacidades de IA y conectividad más avanzadas.
UNO Q: arquitectura doble y usos

Coincidiendo con el anuncio, llega Arduino UNO Q, una placa que se comporta como mini‑PC y estrena una arquitectura de doble cerebro: un microprocesador Qualcomm Dragonwing QRB2210 y un microcontrolador STM32U585 trabajando de forma coordinada.
El QRB2210 integra una CPU de cuatro núcleos Cortex‑A53 de hasta 2,0 GHz y GPU Adreno 702 (hasta 845 MHz), con opciones de 2/4 GB de RAM y almacenamiento eMMC 5.1. La conectividad incluye Wi‑Fi 5, Bluetooth 5.1 y USB‑C, además de los pines y conectores habituales para expansiones y periféricos.
La placa puede ejecutar Linux Debian y funcionar de manera autónoma conectando monitor, teclado y ratón, o integrarse como cerebro de sistemas embebidos. El microcontrolador asume tareas de control en tiempo real sin interferir con las cargas intensivas del sistema.
Este enfoque acerca la IA ejecutada en local a proyectos de visión por computador, reconocimiento acústico o detección de anomalías, sin olvidar el hogar inteligente y la automatización en entornos industriales.
En software, además del IDE clásico, UNO Q debuta con App Lab, concebido para enlazar flujos de RTOS y Linux con bibliotecas de IA y Python, reduciendo la fricción entre el código de robótica y el de aprendizaje automático.
Más allá del ruido inicial, la operación alinea a Qualcomm y Arduino hacia un objetivo común: acelerar el desarrollo de dispositivos inteligentes sin sacrificar la apertura ni la independencia de la plataforma, con UNO Q como primer escaparate de esa estrategia y con la comunidad como eje central.