- El soporte de Windows 10 termina el 14 de octubre de 2025: sin actualizaciones de seguridad ni asistencia estándar.
- ESU permite parches tras el fin de soporte: gratis un año en la EEE con cuenta Microsoft y acceso cada 60 días; de pago fuera de la EEE.
- Requisitos: Windows 10 22H2 al día, conexión a Internet y vinculación a una cuenta Microsoft.
- Impacto y cifras: alto uso aún (StatCounter, Which?) y sobrecostes y riesgos en empresas (Nexthink).
El calendario de Microsoft ya está fijado: el 14 de octubre de 2025 termina la vida útil de Windows 10 para el público general. A partir de esa fecha, los equipos dejarán de recibir parches de seguridad y correcciones en el canal convencional, lo que eleva la exposición a fallos y ataques si no se toman medidas.
Ante este escenario, millones de usuarios deben decidir si migrar a Windows 11, acogerse al programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) o cambiar de equipo cuando el hardware no cumpla los requisitos. En la Unión Europea y países del EEE hay un año de ESU sin coste, con condiciones concretas que conviene conocer para no quedarse atrás.
Qué cambia a partir del fin de soporte
Windows 10 seguirá arrancando y funcionando en los equipos actuales, pero ya no recibirá actualizaciones de seguridad, ni correcciones de errores ni soporte técnico estándar para usuarios particulares. Esto implica que las vulnerabilidades descubiertas tras la fecha quedarán sin parche oficial, abriendo la puerta a incidentes de malware, ransomware o problemas de estabilidad con el paso del tiempo.
Microsoft centrará sus esfuerzos en su plataforma más reciente, por lo que el foco de innovación y fortificación quedará en Windows 11. Aunque el sistema de 2015 ha sido ampliamente compatible, su base técnica es más veterana y no acompaña el nivel de amenaza actual ni los estándares de seguridad modernos.
Opciones para permanecer protegido
Antes de que llegue la fecha, conviene valorar las alternativas oficiales. La vía recomendada a largo plazo es actualizar a Windows 11 si el equipo cumple los requisitos (TPM 2.0, arranque seguro, CPU compatible, etc.). Cuando no sea posible, ESU ofrece una cobertura de seguridad temporal.
- Actualizar a Windows 11: solución estable y con mejoras de seguridad y gestión modernas, siempre que el hardware lo permita.
- Acogerse a ESU para Windows 10: mantiene parches de seguridad durante un periodo limitado tras el fin de soporte.
- Renovar hardware: adquirir un PC compatible con Windows 11 para garantizar soporte a medio y largo plazo.
Sea cual sea la elección, es clave preparar copias de seguridad, verificar compatibilidades y planificar con antelación para minimizar interrupciones y riesgos.
ESU para Windows 10: condiciones, requisitos y activación
ESU (Extended Security Updates) es la suscripción de Microsoft que permite seguir recibiendo parches críticos e importantes de seguridad en Windows 10 tras el fin de soporte. En consumo cubre hasta el 13 de octubre de 2026 y no añade funciones nuevas ni soporte técnico. En el canal doméstico, una licencia puede abarcar hasta 10 dispositivos.
En el Espacio Económico Europeo (EEE), Microsoft ha habilitado un año de ESU gratuito para consumidores. La condición principal es iniciar sesión con una cuenta Microsoft (MSA) al menos una vez cada 60 días; si no se cumple, el equipo puede salir del programa y habrá que reinscribirse entrando de nuevo con la MSA.
Fuera del EEE, ESU para consumo es de pago (aprox. 30 $) o canjeable con puntos Microsoft Rewards, y también exige vincular el dispositivo a una cuenta Microsoft. En todos los casos es imprescindible mantener la versión 22H2 de Windows 10 totalmente actualizada.
Requisitos previos antes de activar ESU:
- Windows 10 22H2 instalado y al día mediante Windows Update.
- Una cuenta Microsoft (MSA) para vincular el dispositivo (EEE incluido).
- Conexión a Internet para descargar parches y verificar la pertenencia al programa.
Cómo activar ESU paso a paso en España:
- Abre Configuración → Windows Update.
- Busca el aviso sobre el fin de soporte de Windows 10 y pulsa en Inscribirse ahora para ESU.
- Inicia sesión con tu cuenta Microsoft cuando se solicite.
- Reinicia si procede y vuelve a Buscar actualizaciones para descargar los parches ESU.
- Mantén una sesión activa cada 60 días para conservar el acceso en el EEE.
Si utilizas únicamente una cuenta local, no podrás beneficiarte de ESU hasta vincular una MSA; no es necesario abandonar la cuenta local para el día a día, basta con iniciar sesión periódicamente para la verificación.
Impacto y cifras: hogares y empresas ante el cambio
El alcance del cambio es notable: según StatCounter, Windows 10 mantenía recientemente alrededor del 40,84 % de cuota, con Windows 11 cerca del 49 %. En el Reino Unido, la organización Which? señala que una cuarta parte de los usuarios planea seguir con Windows 10 tras la fecha, lo que se traduciría en unos 5,4 millones de equipos sin parches si se extrapola a su base de 21 millones de dispositivos.
En el entorno corporativo, datos de Nexthink apuntan a que, de los aproximadamente 1.400 millones de dispositivos Windows activos, un 30 % pertenece a empresas y administraciones (unos 420 millones). Con una presencia del 43 %, Windows 10 habría estado en torno a 181 millones de equipos, y pese a una reducción del 33 % entre mayo y agosto, todavía 121 millones seguirían con Windows 10 tras el fin de soporte.
Ese retraso en la transición puede acarrear sobrecostes superiores a 7.300 millones de dólares en soporte y mitigación, junto a un riesgo operativo añadido. El propio análisis de Nexthink observa hoy más inestabilidad en Windows 11 frente a su predecesor (fallos del sistema del 1,2 % vs 0,6 %, y reinicios forzados del 9,9 % vs 8,5 %), por lo que una migración mal planificada podría empeorar la experiencia digital del empleado.
El año gratuito de ESU en el EEE alivia el impacto inmediato, pero es temporal y exige cumplir con el inicio de sesión cada 60 días. No sustituye a una migración ordenada ni a una estrategia de actualización de parque tecnológico.
Recomendaciones prácticas
Para particulares, lo ideal es comprobar la compatibilidad con Windows 11 y, si procede, planificar la actualización con copia de seguridad previa. En caso contrario, inscribirse en ESU garantiza parches críticos mientras se evalúa la compra de un equipo compatible o una transición alternativa.
En empresas, conviene adoptar un enfoque basado en datos: inventariar equipos, evaluar hardware y aplicaciones, pilotar la migración y medir la experiencia del empleado para evitar pérdidas de productividad. Mantener un grupo acotado en Windows 10 con ESU puede ser una medida transitoria razonable, con controles de seguridad reforzados y calendario de salida definido.
Con el fin del soporte ya a la vuelta de la esquina, toca decidir con cabeza: actualizar cuando sea posible, usar ESU en el corto plazo si no hay alternativa y evitar permanecer indefinidamente en un sistema sin parches, porque el coste y el riesgo aumentan con el tiempo.