Xiaomi revela cómo se está preparando para las sanciones de Estados Unidos

Esta pasada primavera, Estados Unidos demostró al mundo que su presidente puede, de un plumazo, tachar a cualquier empresa importante, como se hizo con Huawei. No es que los chinos se hayan visto obligados a cerrar definitivamente su negocio, pero creo que no tiene sentido discutir que lo han pasado mal. No sólo se privó a la empresa del acceso al mercado estadounidense, que le aportaba unos ingresos pequeños pero bastante constantes, sino que también se le prohibió utilizar los conocimientos técnicos de las empresas estadounidenses. Esta fue una buena razón para que muchas personas comenzaran a prepararse para algo similar.

Aunque Xiaomi aún no tiene motivos para pensar que lo que le ocurrió a Huawei pueda pasarle a ella, es muy consciente de tal escenario y por ello está preparando activamente un campo de aviación de reserva para sí misma. Abi Guo, director de producto de Xiaomi, lo admitió. Según ella, la empresa admite que puede ocurrirle algo parecido, por lo que invierte una parte importante de sus ingresos en proveedores de equipos de China, de modo que, si ocurre algo, podrá rechazar los servicios de los socios estadounidenses sin ninguna interrupción de la producción.

Qué pasará con Xiaomi bajo las sanciones

«Todavía estamos evaluando la situación. Pero por ahora no hay señales de una amenaza inminente. Seguimos trabajando codo con codo con empresas americanas como Qualcomm en semiconductores o Google en el Internet de las cosas. Pero en cualquier caso, si algo ocurre en el futuro, tenemos un plan B. Entre otras cosas, estamos invirtiendo mucho en fabricantes de semiconductores de China. Sin embargo, creemos que nuestra actual estrategia empresarial no debería tener nada que ver con las decisiones que toman los políticos. Por ello, hemos decidido dejar las cosas como están y equipar nuestros dispositivos sólo con los mejores componentes», subrayó Guo.

Parece que Xiaomi teme que se repita la situación con Huawei, sobre todo a medida que la compañía fortalece su posición, tal resultado es cada vez más probable. Pero, por otro lado, es evidente que Xiaomi está haciendo muy poco para poder sobrevivir si Estados Unidos se vuelve repentinamente contra ella y le impone sanciones. Al fin y al cabo, Huawei, a diferencia de Xiaomi, tenía originalmente su propia producción de procesadores, lo que, aunque le ayudó a no perder la cara, todavía no le permitió mantener su posición en su nivel anterior. Esto se debe a que hoy en día no son las tecnologías de hardware las que desempeñan un papel importante, sino las de software.

Xiaomi sin Android

Si renunciar a Android de Xiaomi es completamente innecesario, ya que se puede seguir utilizando la versión gratuita del sistema operativo sin mucha dificultad, la falta de una alternativa propietaria a los servicios de Google podría ser un grave problema. Al fin y al cabo, si los Teléfonos móviles de la marca se desconectan de Google Mobile Services, es trivial que no puedan seguir enviando notificaciones, manteniendo una copia de seguridad y actualizando las apps, por no hablar de todo lo demás. Por lo tanto, sería lógico que Xiaomi comenzara a desarrollar el proyecto Xiaomi Mobile Services, y con él su propia tienda de aplicaciones.

¿Estoy seguro de que Xiaomi no está haciendo eso? En absoluto. Más bien lo contrario, de hecho. Otra cosa es que los chinos no sean tan estúpidos como para anunciar públicamente ahora mismo que están haciendo una alternativa a los servicios de Google. En ese caso, corre el riesgo de atraer el interés no deseado de los medios de comunicación, que inmediatamente pregonaría el hecho de que Xiaomi está bajo amenaza de sanciones, y Google al enterarse de que los chinos están haciendo algo en contra es poco probable que se alegre, lo que casi seguramente afectará a su relación. No obstante, Xiaomi ya admite que abandonar los desarrollos americanos le supondrá un problema, porque en este caso tendrá que comprometer la calidad de sus productos, algo que no quiere hacer. Pero si las relaciones con Estados Unidos se ven perjudicadas, no tendrá otra opción.